La imagen de la boca del volcán, con la lava candente, me acompañará siempre». Son las palabras del asturiano Ignacio Cortina, natural de Grado, quien la pasada Semana Santa tuvo la oportunidad de sobrevolar en helicóptero el volcán Eyjafjallajökull cuando aún no había comenzado a escupir cenizas.
El joven planeó un viaje con un grupo de amigos -todos asturianos- a Islandia. «Habíamos planeado una excursión a Reikiavik, un viaje corto de Semana Santa.
Una vez allí, decidimos alquilar un coche para hacer rutas. Nos enteramos de lo del volcán, y decidimos acercarnos», cuenta. Con lo que Cortina y sus compañeros de aventura no contaban es que en la falda del volcán había montado todo un operativo turístico para sacar rentabilidad al fenómeno natural.
«Te ofrecían dos opciones, un ascenso en un todo terreno o un viaje en helicóptero», cuenta. El joven y otro de sus compañeros de expedición no dudaron en abonar los 200 euros que les pidieron por media hora en helicóptero sobre el Eyjafjallajökull.
«Daba respeto, pero nos parecía mucho más arriesgado subir en el todo terreno, así que nos decantamos por el helicóptero. Si empezaba a escupir lava, nos podríamos salvar», relata el joven moscón.
Una vez en el cielo islandés al joven le sorprendió «el brillo y el fulgor del volcán», aunque no tanto como el montaje turístico que habían desplegado los islandeses, bromea el joven. «Entramos por detrás», cuenta Ignacio Cortina.
«El helicóptero dio un par de vueltas alrededor del cráter, y ya pudimos ver de cara las lenguas de fuego. Me puse como loco, no paré de disparar y disparar con la cámara de fotos», explica el joven.
«Era impresionante, me daba la sensación de que esa imagen iba a ir conmigo hasta los últimos días», comenta. «Supongo que a día de hoy esas excursiones estarán canceladas», comenta. «Yo creo que mereció la pena», añade este joven.
De vuelta en Asturias, Ignacio Cortina cuenta que sus compañeros de trabajo y su entorno bromean con su aventura. «En cuanto se enteraron de que el volcán que tenía paralizada media Europa era el mismo que yo había visitado empezaron a decirme: "Pero chaval..., ¿tú qué tiraste dentro del volcán"?».
Fuente: La Nueva España