Un hombre, vecino de Grado cuya identidad responde a las iniciales A.F.G., se enfrenta al pago de una multa de 200 euros acusado de injuriar y calumniar al inspector jefe de la Policía Local de Grado en la página web del diario regional La Voz de Asturias.
El hombre vecino de Grado , cuya identidad responde a las iniciales A.F.G., se enfrenta al pago de una multa de 200 euros acusado de injuriar y calumniar al inspector jefe de la Policía Local de Grado en la página web del diario regional La Voz de Asturias.
Según la calificación del fiscal consultada por Europa Press, en octubre de 2008 el acusado remitió mensajes a usuarios de este foro en los que insultaba y pedía la marcha de Grado del agente.Entre otras cosas, le acusaba de corrupción y de ser "la antítesis de un policía".
La Fiscalía formula calificación absolutoria respecto del delito y considera que los hechos son constitutivos de una falta continuada de injurias, por la que solicita una multa de 200 euros, a razón de diez diarios durante veinte días. El juicio se celebrará el miércoles 21 de abril en el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo a las 12 horas.
El inspector jefe de la Policía Local de Grado, José Cuevas Yáñez, harto de recibir continuas amenazas, insultos y ataques personales a través de un foro de internet, decidió denunciar el caso ante la justicia el pasado mes de julio. Un vecino de Grado, A. F. G., reconoció la autoría de los mensajes.
El despacho de abogados Queipo y Riego ha denunciado tanto al autor del mensaje como al administrador de la web donde se escribieron los contenidos supuestamente injuriosos.
En la mayoría de los comentarios publicados en internet se cuestiona la profesionalidad del inspector jefe de la Policía Local de Grado. Bajo el nombre de «Sois unos nazis», el acusado escribió en octubre de 2008 frases como: «Cuevas es un facha subnormal como la mayoría de gente de Grado, no sabe dónde tiene la mano derecha».
El agente, de baja en la actualidad, explicó en su momento que consideraba «de cobardes» hacer este tipo de acusaciones en internet, «donde no hay que dar la cara y se puede decir cualquier cosa bajo el paraguas del anonimato».
La paciencia del jefe de la Policía Local se agotó cuando su familia también se vio implicada en, al menos, dos de los mensajes.