Las primeras semanas iba mi madre
detrás de mí para ver si la obedecía y no cruzaba sin avisar a un adulto. Jajaja… Ella me cruzaba frente al Bernardo Gurdiel... Bajaba
Cimadevilla y, al llegar a la Plaza la Blanca, llamaba a Domingo el de la
tienda para que me cruzara.
Si él estaba atendiendo a alguna cliente les decía:
“ Salir que ye la fía de Polledo que hay que ayudala a cruzar la calle”. Seguía
bajando hasta llegar al Banco Central en la Plaza, donde trabajaba mi padre,
para darle el beso de buenos días y que me cruzase a la plaza del Ayuntamiento
para ir a clase.
La Cruz… El barrio donde me crié
y crecí… Aun estando la carretera nacional, cuando era pequeña los coches
pasaban con cuentagotas. Vivíamos al lado de la Sidrería – Bar Hevia, junto a
la fuente de arriba. Allí salíamos a jugar, justo a las puertas del Colegio
Bernardo Gurdiel, al cual iba desde 3er curso.
Otras veces íbamos a jugar al
Sagrado Corazón, ahí siempre a escondidas, porque la parte de atrás del colegio
tenía una especie de terraza donde nos subíamos … como siempre nos llamaba lo
prohibido…
Subía también a la Resqueta, allí
tenía una pequeña huerta mi abuela Josefa. Me gustaba subir con ella y ver como
cuidaba de ese pequeño trozo de tierra. Mientras subíamos siempre hablábamos
con todos los vecinos que Vivian en las casinas bajas frente a la vieja (ya
desaparecida) mueblería de Basilio. Palmira, que siempre estaba bordando.
Juana
la del Molin y una señora que recuerdo de pequeña que le faltaba la nariz y me
decían que era porque había sido mala y se la había comido el gato… Imaginaros
cuando la veía, yo creo que por eso no me gustan los mininos ….. Mi abuela
vivía en la casa de La Coriana, justo donde la Cruz. Allí había una pequeña
placita donde también jugaba bajo la atenta mirada de Aurora y Tere las de
Balbino.
Los veranos…. Eran mortales….
Cuando solo teníamos clase por la mañana a medio día nos íbamos a la Rina.
Siempre iba con la tropa de los piteros. Ayyy, aquella furgoneta cargada de
guajes que iba de lao a lao en las curvas o cuando daba volantazos sin el
pitero para gastarnos bromas. Íbamos al primer bar, al de Blanca…. Allí nos
llegábamos a juntar hasta 30 guajes…
A las 4 de la tarde nos metíamos en el
pozo hasta que nos venían a sacar casi por los pelos porque ya era de noche.
Otras veces íbamos de excursión por la caleya de Alcubiella, pasando la
piscifactoría y seguíamos por los praos, cogiendo moras y lavándolas en el rio
para comerlas después de la merienda.
Luego llegan los 80 y empiezas a
salir por los Pubs que se empezaban a abrir en Grao. El Misterio, El Cuélebre,
El Barullo… Por la zona de debajo de Grao L’ablugo, el BO2…. La discoteca el
Parque (cuando estábamos en la puerta con un puñao de entradas a ver si
coincida con algunas de las que teníamos guardadas y así pasar de papo), el Maracaná….,
El Callejón…. En aquellos años había que ir caminando por la carretera, porque
estaban todos los coches montaos encima de la acera… No cabía un alma en Grao,
todos los pubs llenos de gente, las discotecas… Buenos tiempos aquellos.
Ya empezó a decaer y, al ir a
estudiar a Oviedo y quedarme allí, el salir en Grao también se fue a menos….
Pase desde los 18 o 19 ya en
Oviedo y en el año 2000 pase a formar
parte de esa lista de leyendas urbanas para el Presidente del Principado que no
se cree que nos hemos tenido que ir a buscarnos las lentejas fuera y lejos de
casa.
Mi primera parada fue en Torremolinos,
donde viví 8 años. Hasta que conocí al que hoy es mi marido José Carlos y hace
algo más de 2 años que nos trasladamos a Dos Hermanas (Sevilla), ya que él es
Sevillano.
A Grao vamos siempre que podemos,
normalmente en Navidad aunque el contacto con la tierra siempre esta constante
ya que mi familia suele venir a Andalucía y, sobre todo, cuando seguimos a mi
Sporting por todos los campos del Sur….
Quedan muchos recuerdos de gente, lugares y olores… sería
muy largo contarlo todo… Se me agolpan los recuerdos de la infancia, cierto es
que, eran otros años donde disfrutabas cada minuto que salías de casa a jugar,
cada vez que ibas al parque de arriba a jugar o la la Tejera a fumar…. Y
aquellos cumpleaños en el Infierno?? Ese olor de la sidra que había en las
barricas, el olor de la tortilla, los chorizos… Uffff Que grandes recuerdos y
los que quedan aún….!!!!!!
Por último
Javier
queremos darte las gracias, yo personalmente por el gran trabajo que
haces en esta web, sobretodo para los Moscones que estamos fuera de
nuestro querido Grao, creo es una labor excelente y digna de avalar por
todo Grao, no cambies nunca, un fuerte abrazo y beso
Javier desde
Sevilla de esta Moscona.