Todo comenzó el 29 de diciembre de este año pasado, cuando se le practicó el
transplante de células madre a partir de cordón umbilical, a
Pilar Martínez de la Fuente, en el Hospital Central de Asturias.
Tras la intervención, similar a una transfusión de sangre, la recuperación ha
sido larga, pero transcurridos casi tres meses de la misma, Pilar se encuentra
en plenas facultades físicas, con muchas ganas de vivir y
disfrutar de las cosas buenas que le rodean. Vivir la vida con
optimismo y alegría podría ser su lema.
Este hecho, la operación, ha sido por causa de una anemia
hemolítica unida a una Macroglobulinemia de
Waldenstrom, que afectaba a Pilar hacía unos 10 años desde el momento
que se la detectaron.
Ambas enfermedades están relacionadas con la sangre,
siendo la anemia hemolítica la que destruye de forma temprana los
glóbulos rojos de la sangre, mientras que una de los efectos de la
macroglobulinemia es la viscosidad extrema o hiperviscosidad
que puede llegar a alcanzar la sangre evitando por lo tanto, que llegue a sus
destinos o que lo haga con mucha dificultad.
Por suerte con el transplante de células madre realizado, Pilar ha podido
superar ambas enfermedades y renacer, para comenzar su vida de
nuevo, con total normalidad.
La dificultad mayor en el caso clínico que relatamos es la
de encontrar un donante que se adecue a las características inmunes de
la paciente y puesto que el único hermano de Pilar no lo era, la espera
podía hacerse eterna.
Por suerte, no lo fue tanto y tras ingresar el día de
antes de Nochebuena y estar aislada todas las Navidades, el día 29 de diciembre
se realizó la intervención, que fue todo un éxito, pudiéndole dar el alta a la
paciente, tras 23 días de ingreso en el Hospital para reencontrarse con su
familia.
La foto que adjuntamos esta hecha por la periodista de Grado Lorena Valdes
.