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Moscones de toda la vida: Amparo

Javier Alonso Navarro - Noticia - 26/10/2010 07:27


Amparo Blanco García nació en Baselgas (Grado)  en el año 1926, cuenta con 84 años de edad,  y vivió allí hasta que se caso con 19 años (63 años viviendo en Grado) . Lo de ella, se puede decir que el amor con su marido, José Antonio Fernández Suárez  de 90 años, vecino de  la Condesa de Sama de Grao, fue un flechazo a primera vista.

Puesto que con solo un año de noviazgo, se casaron en Baselgas. Allí vivió con sus padres y su hermana ya fallecida, donde trabajo duramente ayudando en las labores campesinas, a la vez que compaginaba sus estudios en la escuela de Baselgas.

"Después de casarnos fuimos a vivir un año a Moreda, allí caí en estado y tuve a mi primer hijo, después mi marido cogió un taller de carpintería que se traspasaba en Grado, y decidimos venir para la villa a vivir, en la calle Cimadevilla, donde esta hoy el Pub Dame Mas". Después de unos años trabajando en la carpintería, y por culpa del polvo que le hacia daño, se retiro y la cerramos".

"El se fue para Baselgas con ganado, y yo luego monte en el mismo lugar de la carpintería, un almacén de vinos se llamaba "Almacén de Vinos Amparo" allí estuve yo al frente del negocio unos cuantos años, me ayudada el hijo pequeño, el se encargaba de transportar el vino con el camión, pero al casarse me tuve que sacar yo el carnet de conducir con 55 años, lo aprobé a la segunda y me compre un Renault 6".

"Porque entonces los lecheros que nos llevaban las barricas, y garrafones de vino a vender, teníamos que pagarles y lo que ganamos en uno, nos lo llevaba el otro, y de esta manera yo misma con mi coche me encargaba de repartir ir a la bodega a por barricas de vino, etc.. allí es tuve hasta que me tuve que retirar, porque me había dado una angina de pecho, recuerdo me faltaba un año y medio para tener los 65".

Hablando de Grado Amparo dice "Grado cambio con respecto a aquellos años muchísimo y para bien, no es ni su sombra" desde que llegue a Grado me acople muy bien desde el primer día, empecé a trabajar bordando a mano con la maquina "ajuares, ropa para novias, ropa de cama para bordar, camisones, etc... "era mucha gente la que me traía todo clase de ropa para que yo lo bordara, también era una enamorada del ganchillo a mano, donde todo el mundo me conoce "aun hoy todavía hay mucha gente que me para por la cale y me dice Amparo, todavía tengo el camisón que tu me bordaste, me decían que era muy buena bordando y haciendo ganchillo".

"Viví muy bien, con mucho trabajo, pero muy bien, no tengo quejas. Amparo se define como una mujer humilde, sencilla, trabajadora, y muy casera, "de chavalina solo íbamos los domingos o un día de fin de año, al Maijeco a tomar un café, era nuestro furaco, incluso mi hijo el pequeño, antes de ir a la mili empezó a trabajar de camarero los domingos y días de fiestas en el Maijeco y a llevar los rapacinos con uno, eso era la rutina en nuestros tiempo libres que eran muy pocos, apenas no se podía salir porque estamos empezando la vida, y no había dinero para casi nada, con decirte que crié a mis dos hijos, y nunca los lleve a jugar al parke, solo algún domingo, o jugaban en el colegio, la vida por entonces era completamente distinta a la de hoy casi no se salía".

"Recuerdo cuando íbamos caminando juntas desde Baselgas a Rubiano, o Panicera a la romería, y cuando llegábamos a penas no nos daba tiempo a bailar una pieza, porque enseguida anochecía, y teníamos que estar en casa antes de las diez, pero bueno ya pasábamos hasta allí, y nos dábamos por satisfechas".

Amparo hecha en falta los mercados de antes, sobretodo los abundantes productos que se vendían en los mercados "Antes se vendían muchos mas productos de la huerta que ahora, había mercados de leche( en la plaza) jamones, quesos, y manteqas, ( en la ferrería) frutas, etc.. porque antes se trabajaba mucho mas la huerta, porque la vida campesina era el único sustente de las familias para comer y vivir..."

"Nunca fui al casino porque era probe", según Amparo solo iban las mujeres que presumían de ser ricas.
 
Sobre las fiestas recuerda "Las fiestas de Santiago y Santa Ana que se hacían en san Pelayo, la Cruz, LLantrales, antes se hacia por la periferia de Grado, y toda la gente íbamos de merienda, nos lo pasábamos muy bien".

Sobre las anécdotas de esos años Amparo nos comenta "Antes no había bañeras, ni agua recuerdo como los domingos cuando mi marido cuidaba de los niños, bajaba y subía los 73 pasos de escalera, hasta llegar al tercer piso donde vivíamos, y íbamos a un río (reguero abundante) que había en los Niserinos, y allí nos bañábamos la gente mayor, y lavábamos las ropas, otras iban también al Río Cubia".

"La primera vez que vi la TV fue en una cafetería de Aviles, no había lavadoras, la primera lavadora que compré había que llenarla a calderazos de agua, porque no eran de agua de las tuberías, a hora no tenemos por que quejarnos de nada, afortunadamente cambiaron muchas cosas para mejor, pero otras también para peor".

Amparo nos dice "Conservo un forno de leña en Baselgas donde todavía hago a veces pan de escanda". Amparo destaca sobretodo de José el buen marido, y trabajador que era, tenia un ganao que era de lo mejor que había en Asturias, sobretodo las vacas roxas, culonas, llamaban la atención.

"En mi casa teníamos 26 refugiados de la guerra, no dábamos abasto a veces de trabajar para darles de comer, y teníamos que a veces improvisar los pajares, para que sirvieran de camas donde poder dormir".

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