Querido Javier, tal como quedamos, te envío un recordatorio desde Amsterdam, ciudad donde resido actualmente, para tí, y para todos los Moscones y Mosconas que amamos tanto ese pueblo de Grado.
Debo decir, antes que nada, que cada vez que mi atareada profesión me lo
permite, me escapo hasta ahí para estar con mi familia y pasear por
esas calles que tantos recuerdos me traen, tanto es así, que mi querida
esposa Thirza ( holandesa de origen moluqueño) se ha contagiado de tal
modo con “Grao” que no deja de insistir para que viajemos de forma cada
vez más frecuente.
De mi infancia por la villa recuerdo con nostalgia todo: Desde la
guardería Banby, que entonces estaba en la plaza, al colegio Bernardo
Gurdiel con aquella cuesta que entonces me parecía enorme. Desde los
juegos en la moratina, detrás de la “pantera rosa” donde vivía, hasta
las fiestas de las que no puedo dejar de mencionar una actividad
tristemente desaparecida como era la semana del pedal que con tanto
entusiasmo y acierto organizaban mi amigo Lueje, y un montón de
entusiastas de la bici.
No quiero dejar de mencionar a Pravia, otra villa excepcionalmente
cálida y acogedora, en la que viví con mi familia, estudié y es la
responsable de que yo me haya decantado por la música como profesión.
Pou último no quiero despedirme sin antes Javier felicitarte por tu gran trabajo y labor que haces en esta web,sobretodo con esta hermoso apartado,dedicado a Moscones por el Mundo, ya lo sabes que estas invitado a Holanda cuando quieras un abrazo muy fuerte Javier para ti y tu familia.
Un abrazo muy, muy grande a todos Moscones.
Eduardo Blanco