Comentarios en el Facebook de Gradonoticias.
Mary Valle qué bonito.... Gracias.
Mary Valle: fuegos artificiales...... de mis recuerdos más queridos de Grao.... sentada en el parque donde había aquellas rosas enanas que no se me borran de la memoria.....
Susii Rodríguez Arias: Un pregón muy bonito hay cosas como santiago y santana que no podemos dejar que se pierdan, porque es de lo mejor que tiene grao!
Luis Gustavo Arias Arce: Que bonito, que emotivo, a mi también los azares de la Vida me llevaron a Grao, con su Bella Gente.Felices fiestas.
Grupo Luna Llena: Lorena gracias por tu colaboración en el pregón de las fiestas, Grado necesita más embajadores de tu talla. Un saludo.
Maria José Suárez García: Ufffff qué emocionante! Testimonios así nos hacen volver a sentirnos orgullosos del pueblo que nos vio nacer y que siempre llevaremos en el corazón. Gracias Lorena y también a Grado noticias que nos hace estar más cerca.
Mary Valle: Lorena, bonita ella, bonitas sus palabras, bonito el entorno.... todo ! Felicitaciones
Ana Martinez Rubio: Tanto Lorena como Javi..habia que Homejanearlos como Embajadores que son de Nuestro Grao !!
Alfonso Gomez: FELICIDADES a Lorena, la verdad que fue emotivo y bonito, una pena no haber podido haber estado en persona, considero que es muy bueno dar esos pregones con gente como Lorena y gente que aprecien a Grado y que lo valoren y mi enhorabuena a Javi por tener esos grandes amigos y tener estos valores periodísticos y de GRAN informador...GRACIAS A LOS DOS.
Grado Noticias: Comentario de nuestra amiga desde Argentina: Nelly Benitez Arguelles: Muchas gracias por preocuparte en informarnos por tan emotivo pregón que dío Lorena en las fiestas, la felicito. Este año como no fuimos, nos da mucha pena no escucharla personalmente. A ti te felicito por tenernos al dia con lo que ocurre en Grado, también te felicito a ti por tu trabajo. Tu no sabes como se extraña estar tan lejos , es una tierra que uno no olvida, y gracias a ti la recordamos ............
Maribel Muniz Sanchez: Felicidades a la periodista, Lorena Valdés, y también a Javi por esa información día a día, dos valores del periodismo. Enhorabuena a los dos, un saludo desde Ambás, este pueblin del concejo de Grado, al que yo adoro...(Felices fiestas a tod@s)....
Menchu Fernandez Suarez: Felicidades a LORENA VALDÉS ,Y tambien a ti JAVI , POR TUS INFORMACIONES DÍA A DÍA.
Marisol Fernandez Vega: Como siempre sois estupendos, muchas felicidades, gente así es lo que necesita Grado.
Maria Rosa Gonzalez Fernandez: Norabuena Lorena : Nun se podia retratar meyor les fiestes y el buen talante de la XENTE de Grau! Gracies!!!!!
Rocio Royo Abad · Universidad de Costa Rica: He leído todo el pregon, me ha encantado, vaya manera de describir la fiesta, hasta el agua he sentido. Mis felicitaciones y que no se cansen, que no se pierdan la fe y la esperanza de que vendrán cosas mejores . Un gran abrazo y millones de bendiciones desde Costa Rica.
Blanca Areces Sanchez: Cada dia que pasa me siento mas orgullosa de mis orígenes moscones, os deseo fiestas muy divertidas, y que os acompañe el buen tiempo.
Es una designación que como moscona me llena de orgullo a la vez que supone una gran responsabilidad.
Cada moscón podría contar una historia única, llena de anécdotas y vivencias, de sus fiestas de Santiago y Santa Ana. De hecho, creo que habría que ir pensando en instaurar la modalidad de pregón en grupo para crear una memoria colectiva que atesore los recuerdos que la sociedad moscona tiene de sus festejos. Por suerte, al menos buena parte de ellos quedan reflejados cada año en el esperado porfolio que edita la Hermandad. Sólo nosotros o la gente que con el paso del tiempo se ha mosconizado por completo puede entender que se siente cuando el clamor de ¡agua, agua, agua! tiene respuesta desde una ventana en forma de manguera, regadera, caldero… o lo que se tercie. ¡Eso es empaparse de folixa! Ese bautismo festivo que se repite cada 26 de julio como colofón a unos días de fiestas en los que Grao vive un ambiente, que todos desearíamos que perdurará los 365 días del año.
Y ahí va mi Santiago y Santa Ana particular.
Mis recuerdos de infancia van unidos en buena medida al bar Naútico, el establecimiento que durante más de veinte años regentaron en Grao mis abuelos Trini y Jovino, muy conocidos por la mayoría de vosotros. Allí, además de jugar a aprendiz de camarera y recibir el cariño de todos sus clientes, tuve durante la niñez el mejor palco para el desfile de Santa Ana. El mismo ritual, cada 26 de julio, madrugar, bajar al bar corriendo, con el sonido de los voladores de fondo, y abrir de par en par la ventana de la cocina para no perderme detalle del paso de las carrozas y del chapuzón del que disfrutaba la gente gracias al agua que caía de los balcones, incluido el nuestro. Siempre buscaba cómplice para lanzar algún que otro calderao de agua templada. ¡Cómo me prestaba! Y nada más pasar el desfile por la avenida Fernando Villabella me echaba calle Bolao abajo para sumarme a una tradición que como el mercao de los domingos va en el ADN de todo buen moscón. Un remojón mañanero que años después comprendería que es la mejor receta para aliviar la resaca de la larga noche de Santiago y que siempre favorece el olvido de las penas. Terapia de choque, que dirían mis amigas boalesas.
También en el Naútico, ya saben todo pasa en los bares, recibí, o mejor lo hicieron mis padres a los pocos día de nacer, mi carné de socia de la Hermandad de Santiago y Santa Ana que lleva el número 562. Un regalo de un gran amigo de la familia Toni Pavón, presidente durante muchos años de la Hermandad y fundador hace ya 15 años de la famosa fiesta de Santa Anina, en honor a los socios más pequeños. En Toni, ese hombre que nunca se olvida de los cumpleaños y de los santos, he tenido siempre un aliado a la hora de saber cualquier dato sobre las fiestas de Santiago y Santa Ana para mis reportajes. A Toni y a todos los presidentes y presidentas que le han precedido y sucedido hasta el actual Fino Rodríguez, también gran colaborador de los medios de comunicación, hay que darles las gracias por haber logrado que estas fiestas se perpetúen a lo largo de los años, a pesar de las dificultades económicas y de lo difícil que es desarrollar una labor impagable, que no siempre está lo suficientemente agradecida. Para todos ellos y para las personas que les han acompañado en su andadura pido un fuerte aplauso.
Tras la jubilación de mis abuelos, al poco de cumplir la deseada mayoría de edad, me quedé sin ventana, pero no sin desfile de Santa Ana. Empapada año tras año de Santa Ana aún tenía pendiente la carroza. Ese viaje no llegaría hasta casi alcanzar la treintena. ¡Valió la pena la espera! Y desde entonces siempre tengo billete en la carroza que con esmero y sobre todo ilusión moscona preparan con arena de la playa del Aguilar o lo que se les ocurra amigos de toda la vida. Sea cual sea la temática, allí nunca falta una cerveza con la que brindar, ni un abrazo que todos sabemos que lleva un mensaje impreso. “Lo importante es que un año más, volvemos a juntarnos”. Y de fondo suena la charanga o la pegadiza canción del verano.
Y así fueron pasando los años, entre despreocupados Santiagos, Santa Anas, fiestas de la piscina…y eventos varios como estudiante hasta llegar a la época de las preocupaciones laborales en la que ya el 1 de enero tocaba mirar si el calendario marcaba en verde o en rojo el 25 y sobre todo el 26 de julio. Verde, vía libre para la diversión. Rojo, fiesta con cámara, libreta y teclado. Ahora, sería micrófono. Han sido varios los años que me ha tocado cubrir Santana, mojarme de refilón, disfrutar nada más que de un par de bailes en el vermú con la orquesta, que es de lo que más presta, con mi amigo de infancia Jose de K-libre, y comer el bollo preñao, sin sobremesa ni siesta a la sombra. Así Santa Ana no es lo mismo. Pero también agrada.
Tampoco es lo mismo si te faltan las comilonas con toda la familia unida como una piña, los amigos de toda la vida, como Carmen, y los que se mosconizan por uno o varios días y te acompañan cada Santiago y Santa Ana. Aquí están muchos de ellos. Los hay que ya parecen hasta moscones de pro y cuando van para casa tras una buena juerga, se prestan voluntarios, muy valientes ellos, para acotar un buen sitio en el parque para la comida de Santa Ana del día siguiente. ¡Quietos paraos! Que para eso, también hay que tener curriculum, y ahí están los expertos padres o abuelos de cada casa con su kit de parceleros. Padres y abuelos que no fallan tampoco a su baile del socio.
Otra de las grandes tradiciones de Santiago y Santa Ana con las que he crecido. Cada año, las mejores orquestas. Recuerdo que tendría unos diez años y mi padre, gran aficionado a la música y a las buenas orquestas, se pasó unos cuantos días recordándonos a mi madre y a mi que este año la orquesta “Players” de La Coruña venía al baile de la Hermandad. Tanto “Players” por aquí y por allá que después del baile y de los comentarios paternos, sobre la gran actuación de los gallegos, cada vez que veía un cartel que anunciaba su actuación en una ciudad o villa más grande, ustedes, que la mayoría son de pueblo como yo,
Ya me entienden, le decía a todo el mundo. Bah, ¡pero si estos ya tocaron en Grao!
Años después me ocurriría lo mismo con otras orquestas de caché alto como “París de Noia” y “Panorama”. Poder decir a mis amigos del Occidente, que tienen siempre las mejores y más animadas orquestas en sus fiestas, que sí que en Grao también las disfrutamos, es toda una satisfacción. Eso sí, he de reconocer que nos falta darle más al pasodoble y a la cumbia, en eso los del ala occidental nos toman la delantera.
¡Pero aún hay tiempo para remediarlo! Santiago y Santa Ana no ha hecho más que comenzar y ya hemos disfrutado de las estupendas fiestas del Casal, del teatro de las Mujeres por Grado, ¡qué mérito tenéis y que grandes sois dentro y fuera del escenario! y de las obras de las compañías “Páxara Pinta” y “El Hórreo de Barcia”, así como de los boleros de Vaudi y Xaime Arias. Pero aún queda la traca final. Una semana de fiestas por delante, con el festival Electroflor, esta noche, Folk in Grao y el baile de la Hermandad, mañana, la Feria de Santiago y Santa Anina, el domingo, la fiesta de la piscina, el lunes, el festival de música Santiago y Santa Ana, el martes, la gran noche moscona con concurso de tortillas y verbena, el miércoles, y la verbena de Santiago el jueves. Espero no haberme olvidado de nada. Mucho jolgorio para culminar el próximo viernes con la gran Santa Ana, la madre de todas las fiestas. Y es que en Grao, todo son eventos.
¿Quién da más?
Para que el listón se mantenga así de alto, la Hermandad reclama que esos 1.700 socios aproximadamente con los que cuenta se incrementen con una mayor implicación de los jóvenes moscones. Para ello, es imprescindible contagiar y trasmitir, entre todos, a las nuevas generaciones ese espíritu santanero, el orgullo que sentimos los moscones por las fiestas de Santiago y Santa Ana, cuya organización acarrea un gran esfuerzo a lo largo de todo el año. En ello estamos. Cuando veo a mi ahijada disfrutar a mi lado junto a sus amigas en Santana del agua que cae de otro cielo cada 26 de julio en Grado, pienso que Santa Ana va en los genes. En los últimos años se ha conseguido además un gran logro, recuperar la tradición de las carrozas engalanadas, gracias a asociaciones, bares y otros colectivos que se suben al carro de luchar porque Santa Ana no pierda lo mejor de su esencia.
No corren buenos tiempos para las fiestas, con tanto recorte económico, pero es ahora, más que nunca cuando hay que sacar el espíritu moscón, ese que no nos permite amedrentarnos ante las dificultades. Ha sido un año complicado con los despidos de trabajadores del concejo de la fábrica de Trubia, el cierre de muchos negocios por los que moscones han peleado durante años y la pérdida de socios de la Hermandad y vecinos muy queridos de Grao. Pero confiemos en Santiago y Santa Ana para aliviar las penas, aunque sea por unos días, y celebrar como se merece buenas noticias como la llegada de nuevos mosconinos y mosconinas o la creación de interesantes proyectos de la mano de emprendedores de Grao, que desafían valientes a la coyuntura económica. Brindemos también por esos comerciantes y hosteleros locales que se mantienen al pie del cañón, perpetuando la arraigada tradición comercial del concejo, esperando pacientes con su mejor cara que pase la marejada. Y también por esos moscones de largos vuelos que en sus profesiones pasean con orgullo el nombre del pueblo que les vio nacer.
No hay ley ni decreto que tumbe unas fiestas como Santiago y Santa Ana. Aunque España está que arde, en Grao nos mojamos y nos remojamos para calmar los efectos de esta crisis que tanto nos quema a todos. No hay ni un solo motivo para no participar en estas fiestas desde el minuto uno hasta los fuegos artificiales del próximo viernes. Todo aquel que quiera ser feliz, que no se las pierda. Pura vitamina contra los males.
¡Qué Viva Grao!
¡Qué Viva su buena gente!
Y que ¡Vivan Santiago y Santa Ana!