Nací en Oviedo, porque allí estaba el hospital, porque en realidad mi madre es moscona y mi padre vive en Grao desde que era un guaje. Estudié primero en una clase que tenía una señora muy mayor y que recuerdo muy "bruja"(que me perdone si a alguien molesta, son recuerdos de una niña) que se llamaba Isolina Queipo. Después, en el colegio Virgen del Fresno, en el Instituto César Rodriguez y luego en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo. La Cruz, en el edificio de "La Gilda", donde todavía viven mis padres. Cuando era pequeña, en el bajo del edificio había una fábrica de galletas, y el portal siempre olía genial.

Mi abuela vivía en Los Niserinos, tenía vacas y yo pasaba muchas tardes allí. Recuerdo cuando mi tío "mocía" las vacas y me mandaba ponerme debajo para darme directamente la leche (muchas veces no tenía buena puntería y me ponía perdida). Solíamos estar por aquella calle, mi hermano, mi prima y yo jugando, antes de que pasasen tantos coches, cuando ni siquiera estaba asfaltada.

Del cole recuerdo mi gran amistad con Covadonga Cañedo, a la que ahora no veo casi nunca, una pena. Luego el instituto, amplié mi circulo de amistades, Geli, Gloria, Marta Belén....y un montón de buena gente. Recuerdo los guateques que organizábamos para financiar el viaje de estudios, y los desfiles en los que participé en varias ocasiones. El viaje de estudios fue una aventura de la que me traje muy buenos recuerdos.

Luego la Universidad, dónde estudié Derecho, aunque nunca he ejercido. Durante un tiempo preparé oposiciones para entrar en el Ministerio de Hacienda, pero no llegué a aprobarlas.

Me casé en enero de 1996 con Fernando, de Soto de Ribera, y me vine con él a vivir a Puertollano, dónde trabaja en una central eléctrica. Tenemos 2 hijos, Illán de 9 años y Carlos de 6, que nos mantienen ocupados. Procuramos ir a Asturias al menos 2 veces al año, para ver la tierrina y visitar a la familia.

Mis padres, Mary y José Luis, siguen viviendo donde siempre, y mi hermano Riel vive también en La Cruz junto con su mujer Maite y sus dos hijos, mis sobrinos Héctor y Sacha. La casa de mi abuela, Mamina, sigue en Los Niserinos. Ya ves, las raíces siguen en Grao y el corazón también.

Desde aquí quiero mandar un abrazo fuerte a todos los moscones con los que he coincidido en la infancia y juventud y animo a todos a que envíen sus historias.

Un abrazo

Saludos

Yudit