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El concurso para ejecutar la reforma del cementerio queda desierto

Javier Alonso Navarro - Noticia - 10/08/2018 10:02


El concurso para la reforma del cementerio de Grado, un ambicioso proyecto valorado en 310.000 euros, ha quedado desierto. Solamente una empresa se presentó a la licitación, con una oferta de 265.425 euros, pero no se llevó la adjudicación porque no presentó los documentos exigibles por la Ley de Contratos. Noticia

El Ayuntamiento volverá a sacar a concurso la obra, valorada en 310.000 euros, para mejorar

D. LUMBRERAS.

El concurso para la reforma del cementerio de Grado, un ambicioso proyecto valorado en 310.000 euros, ha quedado desierto.

Solamente una empresa se presentó a la licitación, con una oferta de 265.425 euros, pero no se llevó la adjudicación porque no presentó los documentos exigibles por la Ley de Contratos.

El equipo de gobierno moscón, no obstante, se niega a desistir. «Ahora lo tienen que replantear, pero vamos a volver a sacarlo.

Lo que pasa es que se retrasa», declaró el concejal de Desarrollo Local, Plácido Rodríguez. La obra es un compromiso electoral de IU.

El objetivo del Ayuntamiento de Grado con esta reforma es acabar con los problemas de humedades e inundaciones, frecuentes en el cementerio municipal.

Para ello, es preciso pavimentar todas las calles de nuevo. Además, se quiere ampliar su capacidad con cerca de seiscientos columbarios nuevos.

Juan Carlos Sierra, el arquitecto que realizó el proyecto básico por 17.000 euros, explicó que se divide en tres ejes.

Por un lado, es preciso actuar «en todas las calles, tanto a nivel de pavimentación como de drenaje y evacuación de aguas pluviales», urbanizando, para evitar los problemas actuales.

También, se ha de proceder a «prolongar el eje central para comunicarlo con la zona norte», de forma que se facilite la expansión futura de tumbas y nichos.

La tercera pata de la remodelación es una plaza cubierta en la zona de entrada, en la que habrá «una zona para estar» con bancos, «otra zona de columbarios y un monumento a los represaliados del franquismo, para dignificar la Memoria Histórica y que a su vez en un futuro puede servir de zona de osario», a fin de que, cuando se produzcan exhumaciones y las familias lo deseen, o aparezcan cuerpos que nadie reclame, posean «un sitio digno en el cementerio municipal».

Este último espacio consistirá en «un pequeño talud verde con pavimento de mármol blanco y una serie de cicatrices con chapas de acero cortén», simbolizando las «cicatrices sin curar» de la guerra civil.

La previsión anterior era comenzar las obras este mismo mes, para terminarlas en enero o febrero.

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